Escultórica vencida, o caída de los símbolos.

Recientemente, tuvo lugar en Cuba un acontecimiento que aunque no pasó inadvertido, no se le dio la debida importancia. Me refiero al retiro de la estatua ecuestre  del General del Ejército Libertador Calixto García.(1839-1898)

Evidentemente, las autoridades esgrimieron pretextos diferentes; el primero de todos, el de que lo hacían, porque la obra escultórica había sufrido daño, por estar expuesta a los agentes del moderado terrestre o, por lo que pudiéramos decir, en palabras más terrenales, había sido maltratada por el tiempo.

Como quiera que sea, a estas alturas del partido, cualquier decisión que tomen las autoridades cubanas, no deja de levantar sospechas. Mucho más tratándose de una figura tan controversial como lo fue el General mambí Calixto García, quien se destacó en las tres guerras de independencia de manera extraordinaria.

Hagamos un poco de historia.

Fue un hombre  que por su valor e inteligencia, supo inmediatamente ganarse un lugar dentro del alto mando mambí.

El General era experto en sitiar ciudades, en la creación de grupos clandestinos dentro y fuera del país. Logró reducir a las tropas enemigas en varias ocasiones y demostró una dignidad inigualable al caer en manos de sus enemigos. Para muy pocos cubanos es un secreto el intento de suicidio de este incansable luchador, que con su arma se disparó dentro de la cabidad bucal, para terminar su vida antes de  tener que enfrentarse a las torturas de sus opresores.

Calixto García sobrevivió milagrosamente, en una época en que la medicina carecía de desarrollo y los recursos eran escasos,  por causa de la misma guerra que se estaba desarrollando en los campos de Cuba.

 Se dice que cuando le informaron  a la señora Lucía Iñiguez su madre, acerca de esto, ella respondió que si estaba preso, en mano de los españoles, que no podía tratarse de su hijo; pero cuando le dijeron que había intentado volarse la tapa de los cesos, entonces respondió que sí, que entonces si podía ser su hijo.

Se puede afirmar sin lugar a duda de que Calixto García era lo que conocemos hoy como un tough guy , de los que ya no son muy frecuentes. Pero como todo en la vida, nada es perfecto. Una de los episodios por los cuales se le criticó históricamente, fue el de haber macheteado a 68 prisioneros, entre los que habían voluntarios y guerrilleros cubanos al servicio del Ejército español, luego de la Victoria de Las Tunas( 30 de agosto de 1897), en la que se hizo uso, por primera vez en la Guerra de Independencia, de la artillería para la toma de una ciudad.

Otro San Benito es el de haberse puesto a las órdenes de los generales norteamericanos Shafter y Lawton, luego de la Intervención de los Estados Unidos en la guerra en el año 1898. Pero, recordemos que la intervención de los Estados Unidos en la guerra, fue un hecho aplaudido por los propios mambises, incluyendo figuras tan ilustres como Máximo Gómez. Las cosas no fueron tan fáciles y no debemos tampoco sacarlas de contexto. Hubo sus altibajos en la decisión de apoyar esta intervención. Los norteamericanos no conocían la geografía del país como la conocían los españoles. Los mambises brindaron todo su valor e inteligencia en este tipo de lucha.

Calixto García murió en Washington el 11 de diciembre de 1898, víctima de una apoplejía, aunque algunas teorías manejan de que fue envenenado, porque el hecho tuvo lugar luego de un banquete. Había ido como delegado del Ejército Libertador invitado por el general Tomás Estrada Palma, a participar en las conversaciones entre el Gobierno de la República en Armas y los Estados Unidos.

No es casual, después de todo lo leído, que el Gobierno de Cuba haya escogido la fecha de la muerte del General para retirar su estatua 11 de diciembre pero esta vez del año 2017. Tal vez nunca sabremos los motivos o algún día se revelará.

En el mundo de la política los símbolos hablan mucho más que las propias palabras, pero es el tiempo el que, como siempre, dara la última sentencia.

José Rey Echenique.