domingo, 14 de abril de 2019

Matrimonio y libertad







Usualmente no escribo sobre estos temas, pero es imperioso, pues en los tiempos que corren, hemos visto cómo esta institución, en la cual descansan las bases de nuestras familias, está perdiendo cada día más terreno, bajo la influencia de ciertas políticas globalistas.

Para nadie es un secreto de que el globalismo, incluye toda una serie de teorías que van encaminadas, entre otras cosas, a la pérdida de la soberanía de las naciones, a la destrucción de la familias, y a la eliminación de Dios.

Las teorías globalista han hecho una interpretación muy errónea del matrimonio, suscitando en las personas un nivel de espectativas que están totalmente alejadas de la realidad.

El título de este post ya nos muestra por dónde van los tiros. Primero, esa idea de que dentro del matrimonio se puede encontrar la libertad plena, es una de las tantas fantasías que ha alentado el globalismo. La realidad, aunque nos duela, es muy diferente.

Si usted va a casarse con la idea de que va a seguir gozando de las mismas libertades que poseía cuando soltero, usted va en camino a la decepción. En un matrimonio, hay que ceder en libertades y mucho menos se puede ser del todo quien verdaderamente sé es.

¿Por qué tan drástica afirmación? Es sencillo, no puedes ser plenamente libre, porque no puedes ser plenamente quien en realidad eres. Ni nosotros mismos resistimos el 100 % de quien verdaderamente somos. A veces nos toleramos en un 70 %, por que tal vez ese 30 % restante, pertenece a ese baúl de recuerdos donde guardamos nuestros errores y fracasos. Ese 30 % se dismula  constantemente y lo escondemos de nosotros mismo. ¿ No es esto ceder en libertad? Sí. También una persona 100 % libre es irresistible, y no existe tampoco, ni siquiera en la sociedad. ¿ Por qué entonces esperamos muchas libertades dentro del matrimonio?

Estas falsas expectativas, en la mayoría de los casos llevan al fracaso. Y es que, en un matrimonio:

- Hay que ceder un poco en nuestros caprichos, y reacciones temperamentales.
- Hay que ceder en libertades, porque tenemos que ocuparnos de otra persona, de sus sueños, de sus problemas.
- Hay que conocer al otro y para ello tenemos que conocernos a nosotros mismos antes.
- Tenemos que perdonar y perdonarnos.
- Tenemos que evitar los resentimientos, la arrogancia y por encima de todo, la mentira.
- Hay que controlar el ego, que lleva a la ira y al error.

Ese es el matrimonio. Dos personas que se aman y que deben ceder en libertades y en lo que verdaderamente son para hacer resistible la vida.

Si usted está buscando otra cosa, créame, dentro del matrimonio, está buscando en el lugar equivocado.

José Rey Echenique

Poner los pies en la tierra.

https://geni.us/1vwIfL Poner los pies en la tierra, porque luego de 60 años ya hemos visto con claridad la historia de injusticias ...