Todos están convencidos de que no hay una obra sagrada para justificar eso de la cubanidad, no hay la reivindicación de ninguna lengua, no hay el grito desesperado de una etnia... Por eso todos nos marchamos, detrás de nosotros el teatro apaga sus luces, y un Gasto Baquero ya envejecido de un portazo da por terminada la función.
Yo no quiero volver la vista atrás. Alguien me pregunta qué ha sido todo eso? Y le respondo que me ha quedado como un vacío, si el maldito Tokonoma.
José Rey Echenique.
José Rey Echenique.