viernes, 6 de octubre de 2017

La peste del anticonstitucionalismo






La peste del anticonstitucionalismo se cierne sobre el mundo. El fracazo de las ideologías de izquierdas, que pretenden revivir los experimentos llamados comunismo y socialismo, no tienen más remedio que acudir a las Constituciones para rehacerlas , enmendarlas o abolirlas a su antojo.

Tratan de mostrar una falsa simpatía por las masas, a las que presentan enojadas con las estructuras democráticas.  Prometen casas baratas, y nombran los remedios utópicos a problemas tradicionales. Prometen, prometen una  y otra vez y condenan el mundo libre.
La guerra de guerrillas, los atentados, han dejado de ser métodos de lucha de la izquierda.  Han cedido su espacio al soborno, la calumnia,  la intriga política, la persecución, el encarcelamiento, la vigilancia. Ejemplos como Cuba , Venezuela, en Latinoamérica, demuestran los peligros de los que hablo. En el caso de Cuba es más penoso, con la perpetuación en el poder de una clase militar millonaria, vinculada al narcotráfico y ahíta de corrupción.  Las izquierdas a menudo toman el modelo cubano como paradigma. El mesianismo de los Castros,  alimentado con una poderosa maquinaria de propaganda, ha conquistado los cerebros más propensos al aventurerismo. Basta observar, a simple vista, el desastre arquitectónico de la capital de la isla para darse cuenta de la ineficacia de las recetas comunistas.

Pero muchos hacen caso omiso a estos evidentes síntomas de una realidad depauperada como la cubana, y se lanzan a la aventura. Muchos de estos personajes, como es el caso del dictador Nicolás Maduro, tienen sus manos manchadas de corrupción y de crímenes y tienen que aferrarse al poder a cualquier precio. La cuestión es el poder. El pueblo sufre, el pueblo ve desvanecer sus propósitos, porque de eso se trata todo, de mantener al individuo en el nivel de conciencia más bajo: la supervivencia. Esto evita que el pueblo se revele, y ante cualquier limosna se produce por parte de las masas la gratitud, la mayor conquista de todo sistema totalitario: la gratitud.

Es triste, que países Europeos también se dejen llevar por estos experimentos, y que en ocasiones adoptan la apariencia de viejos conflictos como es el separatismo, una tendencia que se manifiesta constantemente en la realidad europea. Ahora sucede en España. ¿ Que hará Rajoy, para evitar que el intento de independencia de Cataluña no se propague contagiosamente por Europa?. 
Solo el tiempo dirá.  Lo cierto es que la historia se muerde la cola. Al anticonstitucionalismo habrá que hacerle frente de forma precisa.  La legitimidad de un país descansa en su legalidad,  el marco es la Constitución,  fuera de ella toda nación se convierte en tierra baldía.

José Rey Echenique

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Poner los pies en la tierra.

https://geni.us/1vwIfL Poner los pies en la tierra, porque luego de 60 años ya hemos visto con claridad la historia de injusticias ...