Carta a una feminista.

Querida feminista.

Este es mi más noble intento de ser yo, o de defender mi derecho a ser yo en  mente , espíritu y cuerpo.

Porque eso soy, soy mente y espíritu en un cuerpo lleno de testosterona, de serotonina, de adrenalina.
Soy una biología formidable de la cual me enorgullezco, y no tengo razón alguna para avergonzarme.

Soy un cuerpo masculino, hecho para la selba; para cazar animales, para romper la maleza, nadar, correr, levantar pesos. Para plantar árboles, y proveer de techo y abrigo a los que amo: mi familia. Nací para buscar hembras, tengo espermatozoides para dejar descendencia, para eso estoy biológicamente preparado; también para enfrentar a cualquier otro macho q intente violar mi territorio.

Soy así, hago el amor con los ojos abiertos, para estar alerta, por la simple razón que me dicta mi biología.
Puedo enfrentar el peligro con más facilidad que una hembra, puedo amaestrar un animal y usarlo como herramienta de trabajo. Miles de años de evolución me respaldan. La bioquímica de mi cuerpo dice que es así, y si ella lo dice yo obedezco.

No tengo que leer a Jean Paul Sartre, ni Foucault para que me recuerden que soy también un ser que vive en sociedad. Pero no trates de ahogar mi masculinidad; no me quedaré en casa a cultivar mi jardín mientras tenga fuerza. Saldré al mundo, a conquistarlo, a ejercer mi derecho a vivir como lo dicta mi biología; hacer los trabajos que se hacer; a hacer ejercicios; a jugar los juegos que me gustan, no los juegos neutrales que quieren imponernos.

No cambiaré mi lenguaje. A lo que es femenino, lo llamaré femenino; a lo que es masculino lo llamaré masculino, independientemente de los gustos sexuales de cada quien. Solo yo soy responsable de mi biología. Este soy yo, y nada me quita la capacidad de amar, de sentir, de ser humano. No creas que por esto perderé la capacidad incluso de escribir un buen poema o una gran carta de despedida en el momento preciso o de asombrarme de ver una irrepetible puesta de sol. Soy así, mi biología lo dicta, no todo es pensamiento, cultura. Soy así, hasta que me vaya con el resto de los durmientes.

Sin más.

Sinceramente:

Un hombre.

José Rey Echenique.