Cuba nunca dejará de ser un asunto pendiente, para casi todos los cubanos. Ya lo he escrito en otros post, y no me cansaré de repetirlo. Para todos los que nacimos en esa pequeña isla, bañada por las aguas del Océano Atlántico al Norte y por el Mar Caribe al Sur, es difícil separarse del todo de ese pedazo de tierra, que es a su vez infancia y vida. Y es que uno está ligado al país donde nació indiscutiblemente; uno con el tiempo logra elaborar en la mente y el espíritu, una especie de patria intuitiva que al final le da respuesta a lo que somos.
La confusión de términos, que ha provocado el bombardeo de la propaganda totalitaria, nos ha alejado afectivamente de este concepto y no es casual. Porque la patria está más allá de las ideologías; de las tendencias y partidos políticos; más allá de las convenciones diplomáticas y de política exterior; más allá de las fronteras jurídicas. La patria son los símbolos, la bandera, el escudo, el himno de la nación; la patria es la familia, los amigos, la esposa, los hijos y como decía cierto poeta: es la infancia. La patria no es extirpable como si fuese un órgano; no se disimula tan fácilmente porque está en cada gesto, en cada hábito, en la forma de articular las palabras, en los gustos y preferencias, en las vocaciones. La patria no es un decreto, no es un salvoconducto, ni una visa, ni un pasaporte que se pueda anular.La patria no es el régimen dictatorial que la corroe, no es las FAR, no lo es el MININT, ni los CDR, ni el PCC. La patria es una fuerza mayor, un poder indestructible que nos acompañará toda la vida.
Nadie puede impedirnos la patria, no hay ley inventada por hombres que la impida; no hay escritura notarial que atestigue contra el derecho de regresar a la patria; no hay amenazas que nos prive del deseo de tenerla, sea para vivirla o para añorarla. La patria es la fuerza de un abrazo, el reencuentro con un pasado que aunque no retorne, es parte de lo que somos. No importa la nacionalidad que uno tenga, la patria es en definitiva la tierra que te vio nacer.
La patria es el único pedazo de este mundo, en el que el tiempo siempre parece que fue ayer. Es la verdad de la que nunca escaparemos, aunque intentemos ocultarla en el olvido.
José Rey Echenique.
Tienes razón en lo que dices; pero también hay casos en que la patria por donde quiera que camines te quema hasta las entrañas y entonces se tiene uno que agenciar de una segunda, una tercera o varias patrias. Países que te acogen con los brazos abiertos.
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